Un día la lágrima le dijo a la sonrisa:
“te envidio porque siempre eres feliz”.
La sonrisa le respondió:
“te equivocas
yo soy la máscara de tu dolor”.
Un día la lágrima le dijo a la sonrisa:
“te envidio porque siempre eres feliz”.
La sonrisa le respondió:
“te equivocas
yo soy la máscara de tu dolor”.