Anochece.
Una mano dibuja en los vidrios
el rostro de una helada, cuyo nombre ha olvidado.
Los manzanos sueñan la felicidad
de compartir el mundo con los pájaros.
La Nueva Salida del Sol ilumina
el camino de los perdidos.
El invierno hunde sus pies
dejando una huella sin forma.
La estación de las lluvias es nuestro único consuelo.
Noche de solsticio, noche de solsticio, noche de Wüñol Tripantü. Un nuevo orden perdura en las cosas.
La memoria recupera el silencio
anterior a la palabra.