1. Temprana negociación. Israel —que ha pasado por cuatro períodos de confinamiento— comenzó a negociar con los fabricantes de vacunas en abril. Lo hizo con Astrazeneca, Moderna y solo en noviembre con Pfizer. Esta última es hasta ahora la gran proveedora de las vacunas que se están aplicando en Israel, con un total de 10 millones de dosis prometidas.
- El ministro de Salud, Yuli Edelstein, dijo en enero que Israel había sido “madrugador” en las negociaciones con las farmacéuticas y que las empresas estaban interesadas en suministrar a Israel por la reputación de eficiencia y recolección confiable de datos.
2. Disparo de partida. El plan de vacunación comenzó el 19 de diciembre, y el primero que lo hizo fue el primer ministro Benjamín Netanyahu, como una forma de transmitirle confianza al resto de la población. Primero se le administró al personal de salud, pero también, a la par, a la población de 60 y 70 años. Gracias a eso el 90% de los trabajadores sanitarios ya está vacunado.
3. Rápido avance. En términos de porcentaje de población vacunada, menos de dos meses después de iniciada la campaña, Israel está al frente de la lista mundial que elabora Our World in Data. Le siguen a cierta distancia Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Bahrein y Estados Unidos.
4. Sistema de salud robusto. Israel es un pequeño país con una población relativamente pequeña (9,2 millones de habitantes) y bien comunicado. A eso se suma un sistema de salud público y universal fuerte, que por ley obliga a sus ciudadanos a comprar un seguro médico a cuatro grandes prestadores de atención médica pública.
5. Acuerdo con Pfizer. Israel compartirá buena parte de esa información con Pfizer —según los críticos como si fuese un ensayo clínico a gran escala—, un punto que se considera relevante o incluso fundamental cuando se negoció la entrega masiva de vacunas por parte de esa farmacéutica. El contrato, parte del cual se ha hecho público, establece un “acuerdo de colaboración para determinar con qué porcentaje de vacunación se alcanza la inmunidad de rebaño”.
- “Israel va a convertirse en un modelo para el mundo, una experiencia piloto, y va a ser el primer país en emerger del coronavirus”, dijo Netanyahu a comienzos de enero.
6. Cuánto pagó. Otro factor relevante es el valor que ha pagado Israel a Pfizer por cada dosis. Aunque ese aspecto sigue siendo secreto, la farmacéutica dijo que era una “tarifa escalonada en función del volumen de compra y la rapidez en la entrega”.
7. Comunicación y coordinación. Los ciudadanos israelíes que no podía entrar por vía web a la información sobre cómo y dónde obtener la vacuna, podía contactarse a un call center. Mientras que otros recibía un recordatorio a través de un mensaje de texto en sus celulares.
- A eso se agrega la tecnología de almacenamiento de datos para saber dónde está cada dosis y a qué hora debe estar en el centro de vacunación para ser inyectada. Todo eso calculado con anticipación.
8. Equipos disponibles y eficiencia. Israel cuenta con la capacidad tecnológica y logística para almacenar en condiciones de refrigeración óptimas hasta cinco millones de dosis de vacunas. Eso en las instalaciones de la farmacéutica Teva, a pasos del aeropuerto de Tel Aviv.
- Para no desperdiciar ni una dosis grupos de jóvenes se han coordinado por WhatsApp para acercarse a los centros de vacunación en las noches y ofrecerse para recibir unidades de vacuna Pfizer que están a punto de superar el tiempo que han estado fuera de la cadena de frío y que por lo tanto podrían perder efectividad.
9. Los palestinos. A diferencia de lo que ocurre en Israel, la campaña de vacunación masiva no se ha extendido a los palestinos de Cisjordania y de la Franja de Gaza. La Organización Mundial de la Salud ha expresado en varias ocasiones su descontento y preocupación por la desigualdad entre Israel y los palestinos.
- Solo el viernes pasado el Gobierno israelí se comprometió a entregarle 5.000 dosis a la Autoridad Nacional Palestina, para que se les aplique al personal de salud, y este lunes ya fueron trasladadas 2.000 vacunas hacia Cisjordania.
10. Factor político. Netanyahu, quien enfrentará unos nuevos comicios generales en marzo —los cuartos en dos años— tiene claro que el éxito de la campaña de vacunación, con la consiguiente salida de la pandemia y la recuperación económica, puede ser el boleto para un nuevo período de gobierno y para su supervivencia política. Eso cuando está siendo enjuiciado por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza.