Panguipulli, 5 de febrero. Pasadas las 15:00 hrs., un malabarista es asesinado a quemarropa por un policía. Alguien graba el hecho. El video se hace viral. En el lugar comienzan las protestas. Frente al asesinato del joven, un pequeño pueblo del sur de Chile emprende en contra de todo lo que represente institucionalidad. Recordemos que el 18 de octubre, el alzamiento nacional, comenzó por mucho menos que una vida. Por 30 pesos.
La rabia es una emoción importante. Es la emoción de la búsqueda de justicia. La rabia la utilizamos cuando le decimos a otra persona lo que me incomoda, cuando pido un aumento de sueldo, cuando emprendemos un desafío. La rabia, al igual que otras emociones nos moviliza. Nos mueve del dolor o la incomodidad, a la búsqueda de justicia. ¿Qué pasa cuando hay mucha rabia acumulada? se transforma en ira. La ira es rabia acumulada. Y aquí hay rabia, que viene de mucho tiempo de dolor, de heridas no sanadas, de injusticia social.
Justo el 5 de febrero se cumplía un año más de la partida de Violeta Parra. La artista, en una de sus últimas canciones nos entrega algo que es como un elogio a la ira. Maldigo al alto cielo. Una de sus estrofas dice:
Maldigo a la solitaria
figura de la bandera,
maldigo cualquier emblema…
….cuánto será mi dolor.
Porque así es la ira. Todo lo que represente aquello que me duele lo maldigo. Y, hay mucho dolor en nuestro Chile. Y eso que duele proviene de una estructura en donde las instituciones no funcionan, donde la justicia es para algunos, donde los derechos son de pocos. Y la rabia, que es tan buena amiga para cuando necesitamos movernos hacia la búsqueda de justicia, se transforma en ira cuando no vemos salida. Cuando vemos que lo que reina es la injusticia.
Con rabia podemos actuar racionalmente, podemos avanzar en un camino de acuerdos. Con Ira, nos transformamos en seres que no queremos.
Así, en un tranquilo pueblo del sur de Chile, se asoma la ira encarnada que tiene todo un país. Estamos sentados en un polvorín.
Y no basta con una reforma, necesitamos refundar las bases de nuestro país.
autor: Profesor (y Doctor) Ilich Silva-Peña
