El único pájaro que se atreve
de pillar un águila es el cuervo.
Se sienta en su espalda y muerde el cuello.
Sin embargo, el águila no responde,
ni lucha con el cuervo.
No gasta tiempo ni energía en él,
simplemente abre sus alas
y comienza a levantarse más alto en los cielos.
Cuanto más alto sea el vuelo,
más difícil se le hace respirar al cuervo,
y luego el cuervo cae por falta de oxígeno.
Deja de perder el tiempo con los cuervos.
Con esta gente dañina
que solo se acercan a tu vida
para intentar desestabilizarte,
para proyectar sobre ti sus propias tormentas.
Llévalos a tus alturas
y desaparecerán solos.