Una elección a ciegas

Anoche expiró el plazo legal para la campaña de Claudio Orrego (DC) y Karina Oliva (FA), en la gobernación metropolitana, con miras a las elecciones del domingo. Se trata de una de unos comicios muy inciertos, de acuerdo a los comandos de ambos candidatos y diversos analistas consultados, que se realizarán con la RM en cuarentena total. La incertidumbre contrasta con el efecto dominó que supone la medición en la presidencial: Daniel Jadue (PC) ha puesto parte de su capital en Oliva, mientras Yasna Provoste (DC), en menor medida, en Orrego.

  1. Rebrote del Covid. Los más de 8 mil casos diarios de COVID-19 informados la semana pasada se suman a una ocupación de camas UCI que en algunas regiones, como la Metropolitana, de Valparaíso y Los Lagos, llegó al 99%. Los índices son más altos que en el plebiscito de octubre y las elecciones del 15 y 16 de mayo, lo que instala la incertidumbre sobre la concurrencia a las urnas, sobre todo de adultos mayores. Este jueves, de hecho, se decretó cuarentena total para la RM a partir del sábado.
  2. Elección estrecha y sin parámetro de comparación. Orrego triunfó por un margen muy estrecho en primera vuelta (25,52% vs 23,37%). Si el 15-16 de mayo fue la primera votación popular de gobernadores, el balotaje también es una elección inédita.
  3. Menor interés. El voto para la elección de gobernadores fue menor que el de constituyentes y alcaldes, por lo que la participación ya no estará empujada por el interés que concitó la Convención Constituyente.
  4. Participación y segmentos etáreos. Una baja participación genera un cuadro más volátil, que hace muy difícil predecir resultados. En base a estudios recientes, y el desglose del Servel de los electores del plebiscito, los comandos estiman que una alta participación favorecería a Orrego, sobre la hipótesis de que irían a votar en mayor proporción los mayores de 50 años. Un voto masivo de jóvenes, en teoría,  favorecería a Oliva. “Para el plebiscito se incrementó fuertemente los tramos de jóvenes y disminuyó en los mayores”, dijo el presidente del Servel, Andrés Tagle.
  5. Movilización de electores. Será una de las claves de elección: atraer por segunda vez a las urnas al elector que ya prefirió a un candidato en la primera. Algunos expertos piensan que a Oliva le favoreció el voto de izquierda mayoritario en la constituyente y que esta vez no irá. Otros estiman que es más difícil movilizar a los moderados, que podrían quedarse en sus casas en mayor proporción que en primera vuelta.
  6. Elector de derecha. Los 4 candidatos presidenciales de Chile Vamos apoyaron a Orrego, pero no está claro cuán endosable sea su respaldo y en qué porcentaje el elector de derecha se levante a votar por Orrego. En primera vuelta, Catalina Parot obtuvo el 14,92%, menos de lo esperado.
  7. El factor Jiles. Tampoco está claro que el apoyo de Pablo Maltés -que obtuvo el 10,66%- sea traspasable a Oliva. El respaldo generó gran incomodidad en parte del FA por los duros ataques de Pamela Jiles a sus principales dirigentes.
  8. Proyecciones. Algunos analistas, como Pepe Auth y Mauricio Morales, estiman que la participación de electores el domingo bordeará el 30% del padrón.En primera vuelta votó el 43,4% del padrón. Si en las elecciones pasadas votaron 2,5 millones de personas, esta vez perfectamente podrían llegar a 1,5 millones.
  9. Efecto espejo. No está clara la participación en las comunas más proclives a los candidatos en primera vuelta. Orrego ganó en Las Condes, los distritos más rurales (Melipilla, Peñaflor, Paine) y bastiones de la centroizquierda, como La Granja y Huechuraba. Oliva triunfó en Maipú y Santiago, donde ganaron los candidatos a alcaldes del bloque PC-FA.
  10. Encuestas. Ningún experto se ha atrevido, como en las elecciones del 15 y 16 de mayo, a entregar pronósticos. No existen estudios de opinión públicos respecto a la carrera en la gobernación metropolitana. En el comando de Orrego señalan que al inicio de la 2da vuelta circuló una encuesta que le daba ventaja a Oliva, pero en el FA ha cundido la preocupación en las últimas semanas por la perfomance de la candidata en los debates y algunos flancos de campaña.

Lo que significa: La paradoja es que la incertidumbre que marcará la elección del domingo contrasta con el efecto dominó en la presidencial: Jadue ha puesto parte de su capital en Oliva, mientras Provoste, en menor medida, en Orrego.

J.P. Sánchez

...He aquí un heredero. Desde la Mancha hasta nuestros tiempos. Por la insurrección de los sueños; la resurrección del asombro; la vigencia de la locura y el imperio de esas fantasías que aún nos quedan...

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