Las debilidades, fortalezas y fantasmas de Sichel, Boric y Provoste, según el experto electoral Mauricio Morales

Ya con 7 presidenciables inscritos a La Moneda, luego de que el Servel bajara este jueves las opciones de Diego Ancalao y Gino Lorenzini, el cientista político Mauricio Morales (ex–DC) analiza los atributos y proyecciones de los 3 favoritos. Dice que Sichel es hasta ahora el candidato mejor instalado, pero que aún no está claro cómo puede operar su “transfugismo electoral”. De Boric afirma que tiene que mostrar gobernabilidad, pero que el factor PC lo complejiza. Y, al hablar de Yasna Provoste, piensa que debe evitar una “izquierdización irracional” de su campaña e ignorar una posible fuga de votos PS al Frente Amplio.

—Usted elogió el ascenso de Provoste a partir de su acuerdo con La Moneda en la agenda de mínimos comunes, ¿Por qué, a su juicio, se ha estancado en las encuestas? 
—Provoste debe ingresar de manera más agresiva a la campaña. Su desempeño en los debates no fue el mejor. Tampoco parece muy buena estrategia esto de abjurar de los 30 años de la Concertación, aunque las elecciones se tratan del futuro y no del pasado. Y finalmente, aunque es cierto que el eje izquierda-derecha no es el único factor que predice la intención de voto, su candidatura debe romper desde el centro y no desde la izquierda, en que existe una sobrepoblación de candidatos, partidos y movimientos. Y además, ella debiera explotar un hecho simple: es la única mujer en la papeleta, y las mujeres vienen votando más que los hombres desde hace varias elecciones.

—El director de Criteria, Cristián Valdivieso, sugirió que el problema de Provoste es la “izquierdización” de su candidatura, que le impide diferenciarse y perfilar la apuesta por los acuerdos y la gobernabilidad con que se instaló en la carrera presidencial. ¿Coincide?
—Totalmente de acuerdo. Ella saltó a la fama precisamente cuando apostó por los grandes acuerdos, pero con la suficiente fuerza como para acorralar al Ejecutivo en materias de ayuda social. Esa es la Provoste que debe reaparecer. Si hay votantes PS que se van con Boric, lo peor que puede hacer es salirlos a buscar o evitar que se vayan, pues eso implicará una izquierdización totalmente irracional. Y también necesita desacoplarse de su partido, la DC. Lo recomendable es que suspenda su militancia y se transforme en una líder de una coalición confiable para el país, que organice equipos transversales con todos los partidos e independientes.

“El desafío de Boric es mostrar gobernabilidad, y teniendo al PC como principal socio, no es un desafío menor”

—¿De qué dependen las chances de Boric de consolidarse como principal carta de la izquierda y llegar a La Moneda? ¿Es la gobernabilidad un flanco para él, como ha instalado la centroizquierda?
—El principal desafío de Boric es mostrar una coalición capaz de dar gobernabilidad y estabilidad a Chile, y eso, teniendo al PC como principal socio, no es un desafío menor si consideramos el fuerte rechazo que genera el PC en la opinión pública y la incertidumbre que podría generar una coalición en que ellos tengan un rol determinante. El programa de Boric debiese funcionar como una especie de calmante tanto para los empresarios como para la ciudadanía. Boric estará tentado y, al mismo tiempo, presionado por el PC, para elaborar un programa más revolucionario. Es en esas condiciones en que se medirá la fuerza de su liderazgo.

—¿Cómo interpreta que Boric haya recordado la imagen de Provoste celebrando la derogación de la LOCE junto a la derecha? 
—Boric se equivocó de adversario, lo que da cuenta de su inmadurez política. Su rival es Sichel, no Provoste. Caer en infantilismos lo único que hace es dudar de su estatura como futuro Presidente. Boric debe entender que no está en una elección de federación estudiantil, sino que peleando palmo a palmo la posibilidad de ser Presidente de Chile. Para eso necesita sumar, no restar, pero lo único que produce es que parte de quienes respalden a Provoste, se inclinen por Sichel en la segunda vuelta en caso de que se dé ese escenario.

“Sichel transformó el transfuguismo electoral en un atributo, pero no sabemos como operará esa lógica en el largo plazo”

—¿Cuán hacia el centro podrá avanzar Sichel con su relato de reformista y desmarcado de Chile Vamos, cuando lo apoya la derecha?
—Sichel fue exitoso porque le habló a los no votantes tradicionales, a los que el eje izquierda-derecha no les hace mucho sentido, pero sí el eje “vieja” y “nueva” política. Fue magistral: en el mismo debate jubiló a Lavín y lo sacrificó en público. Sichel fue más que todos los partidos de Chile Vamos, superando a las debilitadas máquinas políticas. Y transformó una debilidad en un atributo. Me refiero al transfuguismo electoral. Hasta hace poco, un camaleón no podía ser Presidente de Chile, por la consecuencia ideológica. Si una persona se había cambiado 3-4 veces de partido o coalición, generaba una desconfianza. Tránsfuga era sinónimo de chanta. Pero Sichel generó un argumento convincente: los sucesivos traslados de partidos obedecían a su negativa para aceptar situaciones que no se atenían a sus convicciones y valores, y el transfuguismo operó como un indicador de independencia política. Pero no sabemos cómo operará esta misma lógica en el largo plazo.

—¿Hasta qué magnitud Chile Vamos y sus partidos son un pasivo para él? 
—Sichel ni siquiera está pendiente de la formación de las listas de congresistas del pacto. Los partidos corren por un lado, y Sichel por otro. A ningún candidato presidencial preocupado de su coalición se le habría pasado la candidatura de Pedro Velásquez. Eso retrata el desprecio que Sichel siente por los partidos que lo acompañan, pues fue ninguneado por miembros de su propio sector dentro del gabinete. Es un gran candidato, y ha sido suficientemente hábil para no caer en los llamados de Kast desde la extrema derecha. Le cerró la puerta, pues sabe que esos votos estarán con él en la segunda vuelta. Hasta ahora, es la candidatura mejor instalada, pudiendo lograr lo imposible: ser la continuidad de un gobierno de derecha profundamente impopular, porque entiende que esta elección presidencial se juega más en el área de los atributos que en el sostén programático.

J.P. Sánchez

...He aquí un heredero. Desde la Mancha hasta nuestros tiempos. Por la insurrección de los sueños; la resurrección del asombro; la vigencia de la locura y el imperio de esas fantasías que aún nos quedan...

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