Son los mismos de siempre,
los terremoteados, los inundados, los endeudados, los contaminados, los bombardeados
Los que viven por temporadas una vida arrendada,
los que se congelan en invierno y se queman en verano.
Los que tienen las manos curtidas y un corazón que late con fuerza.
A los que les robaron la tierra y les dejaron el alma
Son los que rezan sin ser escuchados,
los que eligieron un Dios que los pone a prueba,
los que votan esperando que la vida de sus hijos mejore,
los que deben años y gozan en base a su capacidad de endeudamiento
Son los que disfrutan la cumbia cueca,
los que amaron sin protección en medio del vacío del que no tiene,
los que sonríen a sus compañeros a pesar que la vida pesa y deja cicatrices
Los que de niños fueron institucionalizados, los mal portados, los mal hablados…
Los de sonrisa fácil con historias complejas,
los abusados, los mal/tratados …
Los que caminan con sus raíces al hombro,
los menospreciados,
los subvalorados
Los que van quedando, los que siempre han resistido
Los que viven en permanente estado de emergencia
Los que se irán de esta vida como llegaron: sin nada
